lunes, 6 de mayo de 2019

ELE y tecnología



Las reflexiones personales que voy haciendo a lo largo de este máster me hacen plantearme que soy mucho más conservadora y tradicional de lo que yo misma pensaba, al menos en el uso de las nuevas tecnologías en el aula.

Existe un amplio abanico de posibilidades que la tecnología ofrece a los profes de lenguas: crear audios, trabajar y poder adaptar contenido audiovisual, crear presentaciones para la clase, interactuar con nuestros alumnos, formar redes de aprendizaje, aprender jugando, crear contenidos,  poder compartir materiales, interacciones entre alumnos, crear o formar parte de redes de aprendizaje, compartir y tomar prestadas ideas... Sin embargo, considero que en ocasiones hay una desmesura y exageración de su uso con contenidos que no se benefician con su utilización. 

En el contexto de un colegio de educación primaria donde trabajo (casi) se nos exije adaptar la mayoría de nuestros contenidos a la ola digital y esta mal visto dar una clase en la que solo se emplee la pizarra tradicional y en la que no haya uso de una plataforma digital. En mis clases empleo muy de vez en cuando herramientas como Kahoot! o Quizlet, porque veo como para mis alumnos (niños y adolescentes) en la mayoría de los casos el interés radica en tener el movil entre las manos, no en la actividad en sí misma. Por ello considero que las nuevas tecnologías deben ser un apoyo a nuestra práctica docente, pero no debemos supeditarla a ellas, es decir serán un medio, no un fin. Ya hay trabajos que apuntan a que el uso excesivo, así como el no uso en absoluto pueden llevar al mismo punto por distintos caminos, el del fracaso escolar. 

A veces pienso si no será que me parezco a aquellos profesores que sufrí tuve en colegio que llamaban magnetófono al radiocasete. Espero que no.








1 comentario:

  1. Completamente de acuerdo, Carolina, deben ser una herramienta más, no el fin. Buena reflexión.

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